Disculpas innecesaria

El director técnico de la Selección Mexicana de fútbol, Javier “el Vasco” Aguirre, ofreció disculpas tras haber opinado acerca de la inseguridad que se vive en México, llamándolo un país jodido, a una radiodifusora española. En una conferencia de prensa, llevada a cabo el 21 de febrero, el estratega comentó que tiene un gran compromiso con la selección, y se caracterizó como un guerrero que ama a su País. Respecto a su continuidad como técnico después del mundial, declaró que, aunque le gustaría terminar su carrera en Europa, no ha cerrado ninguna puerta.

El seguimiento de Milenio Televisión fue conciso y sin dar objetivos. Se abstuvo de emitir opiniones, presentó la conferencia de prensa y pasó a otros temas del ámbito deportivo. El periódico Excelsior actuó de manera parecida, se dedicó a citar las declaraciones del “Vasco“.

Con respecto a las declaraciones, me parece que no dijo nada que no se supiera, México es un país inseguro y que requiere de mucho trabajo; al igual, los jugadores de la selección mexicana no sienten “amor por la camiseta“, así que lo que declaró Aguirre fue simplemente la verdad. La disculpa se llevó a cabo debido a la “presión“ de los medios, por haber hecho dichas declaraciones en un país extranjero y debido a que es un representante de nuestro país. Creó que se debe dejar atrás el suceso y enfocarse en la felicidad que ha causado Javier Aguirre a la afición mexicana.

Fraude ilógico

El martes 2 de febrero la comunidad marista sufrió una gran pérdida, el hermano Pedro Francisco Escamilla Sánchez, director del Instituto México Secundaria, fue encontrado muerto de un disparo en la cabeza en sus oficinas del colegio, ubicado en la Avenida Popocatépetl, en la Delegación Benito Juárez.

En una carta póstuma, el director cuenta que descubrió un fraude por 10 millones de pesos contra el colegio, y que desde ese momento recibió amenazas contra él y su familia.

El hermano marista sufría de depresiones y amenazas desde hace meses, según declararon familiares del director al Ministerio Público.

La comunidad marista es una congregación religiosa dedicada a la educación; los valores morales son parte escencial de su programa educativo, por lo que este acontecimiento es un poco ilógico, ya que parte de sus enseñanzas son la honestidad y la valorización de la vida. Podemos encontrar varias cosas en este suceso las cuales van en contra de su ideología: primero, un hermano marista cometiendo suicidio; y segundo, robo de dinero por parte de la comunidad religiosa. Es aquí cuando, los que alguna vez estuvimos en alguna de sus escuelas, debemos preguntarnos: ¿Qué #$%&%/ está pasando?, ¿cómo es posible que esto haya pasado?; Es lamentable que una insitución tan grande y tan generosa vaya a tener una mancha en su historial, la cual va a ser difícíl de quitar.

El caso Salvador Cabañas

El futbolista paraguayo Salvador Cabañas, delantero del Club America de la primera división de la liga mexicana, recibió un disparo en la frente el 25 de enero a las 5 de la mañana dentro del “restaurante/bar“ “Bar Bar” ubicado en Insurgentes sur 1870, colonia Florida, Delegación Álvaro Obregon. Fue trasladado al Hospital Ángeles. Fue intervenido quirúrgicamente, quitaron los coágulos que se le habían formado pero la bala quedó insertada. Su estado es grave.

Se abrió una investigación para identificar a los agresores del futbolista, se realizó un retrato hablado y se revisó la cinta de las cámaras de seguridad del bar para poder observar lo que había ocurrido. El miércoles 27 de enero, en conferencia de prensa, Silvia Irabiens, conocida como “La Chiva”, declaró que ella había tenido una relación con uno de los agresores, y lo identificó como Jorge Díaz Treviño. Al igual, se encontró que Eduardo García Alanís, otro de los presuntos agresores, había sido detenido el 13 de enero por portación de arma de fuego.

No es algo nuevo escuchar acerca de la delincuencia en México, al igual darte cuenta de cómo las leyes y normas se rompan con sencillez, es increíble observar como estos dos sujetos pudieron salir del establecimiento sin haber sido detenidos, no es posible que las autoridades no hayan podido detenerlos. Con respecto a las inseguridad y a la violación de leyes, vivimos con un gobierno absurdo, el cual, solo actúa para el bien de la sociedad y observa atentamente el cumplimiento de las normas, cuando un acontecimiento de esta “magnitud” ocurre.